Nuestros objetivos

Nuestros objetivos.


Todos tenemos objetivos en nuestra vida, pero en la mayoría de los casos están mal planteados o mal planificados. En ocasiones son más bien sueños que objetivos en si.

Un objetivo tiene que cumplir con ciertos requisitos, uno de ellos es que debe ser positivo, otro que debe ser capaz de motivarnos lo suficiente para que nos comprometamos en alcanzarlo.

Si tu objetivo lo describes como algo que no quieres, no es un objetivo valido, ejemplo de ello es “no quiero fumar”, pero si en lugar de describirlo así lo haces de la siguiente manera: “quiero mejorar mi respiración”, este objetivo te conducirá a dejar de fumar. En el primer caso quieres huir de un problema pero en el segundo te diriges hacia una meta. El primero se ha formulado de forma negativa y el segundo de forma positiva.

Cuando tu te planteas un objetivo tienes que darle el valor de cuan importante es para ti, puedes ponerle una puntuación en una escala del 1 al 10 por ejemplo para que puedas determinar hasta donde eres capaz de comprometerte con ese objetivo.

Tu objetivo debe depender única y exclusivamente de ti, no puede depender de la acción de otras personas, ejemplos: “ quiero que María se enamore de mi”, no solo depende de ti, también depende de ella, por lo que más que un objetivo es un deseo. Pero si formulas el objetivo de la siguiente manera: “quiero ser más simpático con María”, ese si es un objetivo tuyo porque implica un cambio de actitud de tu comportamiento con ella.

El objetivo debe aportarte emociones positivas como por ejemplo: satisfacción, tranquilidad, seguridad, realización o alegría.

Imaginarte un futuro mejor que tu presente es la motivación que te pone en acción para alcanzar tus metas, pero ten cuidado porque la motivación sin compromiso se desvanece en los primeros obstáculos.

Ten presente que todo objetivo tiene que tener una fecha de logro, se pueden tener objetivos a corto, medio o largo plazo, pero los de medio y largo plazo se deben desglosar en pequeños objetivos que poco a poco te acerquen al objetivo original. Tienes que poder medirlos, ya que esto te ayudará a evaluar como progresas, así de esta manera evitarás la frustración y el sufrimiento que te pueden conducir al abandono de tu objetivo original.



Es también muy importante que evalúes los recursos económicos, educativos, técnicos y de soporte de los que dispones y de los que dispondrás en el plazo establecido para que tus acciones no se queden a medio camino.

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